La energía, es la palanca arquimedeana que trastoco la humanidad y albergó la llegada del mundo al sitial en el que hoy lo conocemos.
De hecho, el paso de la sociedad humana más primitiva a la sociedad del segundo tercio del siglo XX, implico un incremento del consumo de energía por persona en más de un ciento por ciento y la modificación de las fuentes hasta entonces privilegiadas. Así, el consumo de biomasa dio paso al uso intensivo de combustibles fósiles, la incorporación de la hidroenergía, la energía nuclear, y posteriormente el uso de otras fuentes de energía como la solar y la eólica.
Esta diversificación, se da paralelo a la universalización del uso de las fuentes de energía y al hallazgo que permite hacer observancia de cómo estos insumos están sujetos a procesos de agotamiento, y a realidades geológicas que determinan la concentración de estos recursos en regiones y zonas particulares del mundo.
Tal situación, perfila un mapa internacional de espacios geográficos expuestos a tensiones relacionadas con la obtención de dichos recursos, matizadas con aspectos de orden político y en ocasiones señalando el origen de conflictos nacionales como internacionales.
Contexto